Fregar los platos es una actividad diaria casi tan importante como cocinar. Cada vez que lavamos los platos no sólo estamos eliminando los restos de comida y grasa, sino que nos deshacemos de los gérmenes que pudieron quedar adheridos, pudiendo ser potencialmente peligrosos en caso de no desincrustarlos de manera adecuada.
Por esto, se podría afirmar que los lavavajillas son beneficiosos para la salud, pero, ¿qué dice la ciencia al respecto? De acuerdo a diversos estudios, efectivamente hay una serie de motivos por los que un lavavajillas podría llegar a eliminar hasta 400 veces más bacterias que el lavado convencional a mano, además de llegar a ser 4 veces más barato.
Mayor limpieza en profundidad
Si bien uno de los factores más importantes a tener en cuenta a la hora de adquirir un lavavajillas es que prácticamente puedes lavar todos los utensilios de cocina de una vez, lo que supone un ahorro de tiempo y agua, lo más interesante es el matizado final de la vajilla.
Según un estudio publicado en The Guardian en 2010, es posible dejar los platos más limpios a mano que en el lavavajillas, pero por falta de tiempo, conocimiento o incluso por escrúpulos, el lavado a mano no se hace correctamente, lo que permite que las bacterias se mantengan y proliferen en platos, vasos, cubiertos, ollas, etc., generando auténticos ecosistemas dignos de estudio. Esto no ocurre, sin embargo, con el lavavajillas, puesto que la combinación de chorros de agua caliente garantiza una correcta desinfección hasta en el más pequeño de los huecos.
Si bien esto es un punto muy a favor, otro es que los lavavajillas son auténticos expertos en el lavado de utensilios, por lo que dependiendo de lo que se introduzca, habrá un programa específico para ello, es decir, que los lavavajillas cuentan con programas de mayor calor para eliminar, por ejemplo, la grasa de las sartenes, mientras que para vasos u otros objetos de cristal incluye programas que no someten al vidrio a temperaturas tan extremas.
De hecho, y para las personas más preocupadas por el gasto final de agua y electricidad, los lavavajillas de hoy en día cuentan con programas eco de ahorro de energía, por lo que es tan sencillo como que en el momento de la compra del nuevo lavavajillas se consulte el modelo y el etiquetado energético.
Reducción de la huella ecológica
Esto último nos lleva a una realidad muy vigente en la actualidad, el impacto que tiene nuestra actividad en el medio. En este sentido, merece la pena dar el paso a las nuevas tecnologías, puesto que se ha visto cómo la huella ecológica (CO2e) de lavar los platos a mano de forma adecuada termina siendo 8 veces más nociva para el planeta que seleccionar un programa de lavado a altas temperaturas:
- Casi cero: lavarlos a mano con agua fría (los platos no se limpian)
- 540g: a mano, usando agua con moderación y no demasiado caliente
- 770g: con lavavajillas a 55º C
- 990g: con lavavajillas a 65º C
- 8000g: a mano, haciendo un uso excesivo de agua caliente
¿Hay mejor salud entre las personas que tienen lavavajillas?
Por si todo esto no fuera poco, otro estudio de la empresa Canal de Isabel II, llevado a cabo en una muestra de 155 viviendas de la Comunidad de Madrid en 2015, mostró que el gasto diario de agua al lavar los platos a mano era de 88,8 litros de los cuales 52 litros correspondían a agua caliente, mientras que los lavavajillas gastaban 54,2 litros, de los cuales 24,6 litros eran de agua caliente.
Estos datos dan cuenta de cómo el ahorro producido incide directamente en la salud de las personas ya que:
- El ahorro de tiempo permite focalizarse en otras actividades más importantes sean estas de ocio o descanso.
- El ahorro monetario permite invertir en pequeños lujos o incluso en bienes de primera necesidad.
- La correcta desinfección de la vajilla y demás utensilios de cocina reduce la tasa de enfermedades, especialmente en grupos de riesgo como niños, ancianos y embarazadas.
- La menor huella ecológica permite ahorrar en recursos del medio y consecuentemente promocionarlos para garantizar una mejor habitabilidad tanto en el momento presente como en el futuro.
En consecuencia, es correcto afirmar que el uso adecuado del lavavajillas es adecuado para la salud, ya no solo para los propietarios, sino a nivel comunitario.